BENEDICTO XVI
SUPERIORA GENERAL
DE LAS MISIONERAS DE LA CARIDAD,
POR EL CENTENARIO
DEL NACIMIENTO DE LA MADRE TERESA DE CALCUTA
Envío un cordial saludo a usted y a todas las Misioneras de la Caridad al inicio de las celebraciones del centenario del nacimiento de la beata madre Teresa, fundadora de su congregación y modelo ejemplar de virtud cristiana. Espero que este año sea para la Iglesia y para el mundo una ocasión de gozosa gratitud a Dios por el don inestimable que la madre Teresa fue durante su vida y sigue siendo a través de la obra amorosa e incansable que realizan ustedes, sus hijas espirituales.
Al prepararse para este año, se han esforzado por acercarse más aún a la persona de Jesús, cuya sed de almas apagan sirviéndole a él en los más pobres entre los pobres. Habiendo respondido con confianza a la llamada directa del Señor, la madre Teresa ejemplificó ante el mundo de modo excelente las palabras de san Juan: «Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud» (1 Jn 4, 11-12).
Que este amor las siga impulsando a ustedes, Misioneras de la Caridad, a entregarse con generosidad a Jesús, a quien ven y sirven en los pobres, las personas solas y los abandonados. Las animo a beber constantemente de la espiritualidad y el ejemplo de la madre Teresa y, siguiendo sus huellas, a acoger la invitación de Cristo: «Ven, sé mi luz». Uniéndome espiritualmente a las celebraciones del centenario, con gran afecto en el Señor imparto de corazón a las Misioneras de la Caridad y a todos aquellos a quienes sirven, mi paternal bendición apostólica...
No hay comentarios:
Publicar un comentario