El Padre Benjamín Sánchez Espinoza nació en Guadalajara, Jalisco, el 6 de enero de 1923. Sus padres, Don Enrique Sánchez y María Trinidad Espinoza, oriundos de Sahuayo Michoacán, le inculcaron un amor profundo por lo sagrado y lo dotaron de una cálida educación desde sus primeros años.
Estudió la primaria en el Colegio Jalisco, de los hermanos maristas y, a partir de 1934, latín y humanidades en el Seminario Conciliar del Señor San José, en Guadalajara. Sus primeros cinco años de formación clerical los invirtió estudiando a los clásicos latinos y castellanos.
Poseedor de dotes intelectuales e inspiración poética fuera de serie, el Padre Benjamín fue considerado el alumno más distinguido de su tiempo.
La revista del seminario de Guadalajara, fundada en 1910 con el nombre de "Voz de Aliento" (hoy "Apóstol"), fue el medio agraciado donde publicó sus primeros trabajos, reconocidos y festejados.
Concluyó sus estudios eclesiásticos en 1947. Después, cursó la carrera de maestro normalista y, por mandato de sus superiores, cubrió algunas cátedras relacionadas con el arte de leer y escribir con propiedad.
A partir de 1953 quedó agregado a la nómina de formadores del Seminario de Guadalajara, como profesor de literatura universal y castellana. En 1954 fue director de la Academia Literaria de Nuestra Señora de Guadalupe y de San Juan de la Cruz, en el mismo Seminario.
Solícito colaborador del arzobispo Don José Garibi Rivera, recibió de sus manos, el 6 de abril de 1957, junto con la ordenación presbiteral, el nombramiento de auxiliar del Seminario de Guadalajara. Desde enero del siguiente año, fue su secretario particular.
En 1960 el gobierno del Estado le otorgó el Premio Jalisco en Letras por su obra: "El Romancero de la Vía Dolorosa", su poema más divulgado, y donde deja sentir toda su sensibilidad poética y religiosa. Firmando la obra como "Fray Asinello" ("Fray Burrito"), a partir de entonces se le reconocerá así.
En 1961 se le nombró bibliotecario del Seminario Mayor. Desde la fecha de su ordenación como presbítero, fue capellán del templo de San José de Gracia bajo la rectoría del padre Ildefonso Águila Zepeda. El 7 de febrero de 1967 fue removido, para atender la capellanía de Nuestra Señora del Sagrario, donde ejerció su ministerio diez años, tras de los cuales dejó la serie Vía Crucis, colección de 16 piezas de caballete, elaboradas por el reconocido artista Alfonso de Lara Gallardo.
En agosto de 1968 se le nombró director de Jornadas de Vida Cristiana, y desde el 2 de mayo de 1978 la Canonjía Magistral, que desempeñó hasta su jubilación. Desde entonces, retirado, habitó la casa solariega de sus mayores. En 1992 la Editorial del Estado (UNED) editó Espejo y enigma, recopilación de gran parte de la obra poética de Fray Asinello.
Después de una larga agonía de ocho años, en la Casa - Hospital para sacerdotes jubilados, (El "Trinitario"), el 15 de septiembre de 2011 falleció, lamentablemente privado de sus facultades mentales que tanto usó en bien de la Iglesia...
Se ha considerado a Fray Asinello como "el poeta de la unción mística". En vida aseguró que su intención al hacer poesía, fue "hacer digeribles los conceptos áridos de la teología para facilitar la comprensión de los misterios divinos".
Estudió la primaria en el Colegio Jalisco, de los hermanos maristas y, a partir de 1934, latín y humanidades en el Seminario Conciliar del Señor San José, en Guadalajara. Sus primeros cinco años de formación clerical los invirtió estudiando a los clásicos latinos y castellanos.
Poseedor de dotes intelectuales e inspiración poética fuera de serie, el Padre Benjamín fue considerado el alumno más distinguido de su tiempo.
La revista del seminario de Guadalajara, fundada en 1910 con el nombre de "Voz de Aliento" (hoy "Apóstol"), fue el medio agraciado donde publicó sus primeros trabajos, reconocidos y festejados.
Concluyó sus estudios eclesiásticos en 1947. Después, cursó la carrera de maestro normalista y, por mandato de sus superiores, cubrió algunas cátedras relacionadas con el arte de leer y escribir con propiedad.
A partir de 1953 quedó agregado a la nómina de formadores del Seminario de Guadalajara, como profesor de literatura universal y castellana. En 1954 fue director de la Academia Literaria de Nuestra Señora de Guadalupe y de San Juan de la Cruz, en el mismo Seminario.
Solícito colaborador del arzobispo Don José Garibi Rivera, recibió de sus manos, el 6 de abril de 1957, junto con la ordenación presbiteral, el nombramiento de auxiliar del Seminario de Guadalajara. Desde enero del siguiente año, fue su secretario particular.
En 1960 el gobierno del Estado le otorgó el Premio Jalisco en Letras por su obra: "El Romancero de la Vía Dolorosa", su poema más divulgado, y donde deja sentir toda su sensibilidad poética y religiosa. Firmando la obra como "Fray Asinello" ("Fray Burrito"), a partir de entonces se le reconocerá así.
En 1961 se le nombró bibliotecario del Seminario Mayor. Desde la fecha de su ordenación como presbítero, fue capellán del templo de San José de Gracia bajo la rectoría del padre Ildefonso Águila Zepeda. El 7 de febrero de 1967 fue removido, para atender la capellanía de Nuestra Señora del Sagrario, donde ejerció su ministerio diez años, tras de los cuales dejó la serie Vía Crucis, colección de 16 piezas de caballete, elaboradas por el reconocido artista Alfonso de Lara Gallardo.
En agosto de 1968 se le nombró director de Jornadas de Vida Cristiana, y desde el 2 de mayo de 1978 la Canonjía Magistral, que desempeñó hasta su jubilación. Desde entonces, retirado, habitó la casa solariega de sus mayores. En 1992 la Editorial del Estado (UNED) editó Espejo y enigma, recopilación de gran parte de la obra poética de Fray Asinello.
Después de una larga agonía de ocho años, en la Casa - Hospital para sacerdotes jubilados, (El "Trinitario"), el 15 de septiembre de 2011 falleció, lamentablemente privado de sus facultades mentales que tanto usó en bien de la Iglesia...
Se ha considerado a Fray Asinello como "el poeta de la unción mística". En vida aseguró que su intención al hacer poesía, fue "hacer digeribles los conceptos áridos de la teología para facilitar la comprensión de los misterios divinos".
Descanse en paz...
¡Descanse en paz! Hoy es cuando me estoy informando de ese talento terrenal. Su romancero (Vía Crucis) me hizo llorar. Solamente los Santos Varones escriben así.
ResponderEliminarGracias Por Existir
ResponderEliminarLos poemas más hermosos que he leído sobre la Pasión de Nuestro Señor.
ResponderEliminarSabiduria infinita de Dios, una obra digna de ser escuchada con toda atencion
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