La formación de los catequistas comprende varias dimensiones:
La más profunda hace referencia al "ser" del catequista, a su dimensión humana y cristiana. La formación, en efecto, le ha de ayudar a madurar, ante todo como persona, como creyente y como apóstol.
Es importante que el catequista adquiera los elementos necesarios para que sea capaz de acompañar los procesos de maduración en la fe de sus interlocutores.
La dimensión del "ser" en la formación del catequista promueve el crecimiento integral de los diversos aspectos de su persona:
- Persona que ama, vive y se siente realizada.
- Persona de maduración humana y de equilibrio psicológico.
- Persona de espiritualidad, que quiere crecer en santidad.
- Persona que sabe leer la presencia de Dios en lo ordinario de la vida.
- Persona integrada en la realidad y con su gente.
- Persona que busca, constantemente, cultivar su formación.
- Persona de comunicación, capaz de construir comunidad.
Este libro presenta los siguientes contenidos:
¡SER PERSONA! APRENDER A VIVIR JUNTOS
Introducción
1. Aprendiendo a relacionarse
2. Aprendiendo a comunicarnos
3. Aprendiendo a trabajar en equipo
4. Aprendiendo a ser solidario
¡SER CREYENTE! LA ESPIRITUALIDAD DE LA ACCIÓN PASTORAL
Introducción
5. Espiritualidad de la pastoral
6. Pedagogía de la espiritualidad pastoral
7. Espiritualidad de la comunión
¡SER DISCÍPULO MISIONERO!
Introducción
8. El catequista: agente de cambio social
9. El catequista: persona que ora
10. El catequista: persona que acompaña en el camino de la fe