Ante los acontecimientos violentos desencadenados el día 9 de marzo, en la zona metropolitana de Guadalajara y diversos puntos del Estado de Jalisco, invito a la comunidad a que nos unamos en oración para invocar a Dios por la paz y la seguridad.
Por otra parte, debemos revisar qué estamos haciendo y qué estamos dejando de hacer los ciudadanos, creyentes y no creyentes, en nuestras familias y en todos los ámbitos, para que estén sucediendo estos desagradables eventos que nos quitan la tranquilidad.
Como católicos, debemos comprometernos a asumir la responsabilidad que nos corresponde para que ya no sucedan más, y pedimos a las autoridades y a todos los ciudadanos que también asuman su compromiso para restaurar la paz en nuestra región.
Por otra parte, debemos revisar qué estamos haciendo y qué estamos dejando de hacer los ciudadanos, creyentes y no creyentes, en nuestras familias y en todos los ámbitos, para que estén sucediendo estos desagradables eventos que nos quitan la tranquilidad.
Como católicos, debemos comprometernos a asumir la responsabilidad que nos corresponde para que ya no sucedan más, y pedimos a las autoridades y a todos los ciudadanos que también asuman su compromiso para restaurar la paz en nuestra región.
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