Hace más de dos mil años que la historia de los hombres no es la misma... hace más de dos mil años que el sendero que une a la tierra con el cielo fue cruzada... hace más de dos mil años que Dios mismo bajó a nuestro suelo, y lo fecundó con derroche de fragancias y dulzura... hace más de dos mil años que la vida nuestra adquirió sentido pleno, y se olvidaron barreras y se superaron conflictos...
Jesús, el "Dios - con - nosotros", en la humildad y sencillez de un indefenso niño, vino al mundo hace más de dos mil años, y a partir de entonces, nada es igual...
Hay quiénes viven según sus enseñanzas, y encuentran consuelo en sus mandatos; hay quiénes se dicen sus discípulos, pero como Judas no dudan en traicionarlo; hay quiénes se confiesan simpatizantes suyos, sin embargo, todo queda en el dicho; hay quiénes abiertamente lo niegan, y creen con ello agradar a la razón; hay quiénes, finalmente, maldicen su historia y el rumbo que trazó con sus obras y mensaje...
Y estamos recordando su venida... y estamos preparando su retorno...
Y es que creemos, por fe, que vino; pero anhelamos, con esperanza, que volverá. También hoy deseamos que venga, y que la alegría de su nacimiento consuele nuestra impaciencia...
Un niño nos ha nacido... pequeñito... un hijo se nos ha dado... poderoso...
¡Ven, Señor, ven a salvarnos! Amén
Jesús, el "Dios - con - nosotros", en la humildad y sencillez de un indefenso niño, vino al mundo hace más de dos mil años, y a partir de entonces, nada es igual...
Hay quiénes viven según sus enseñanzas, y encuentran consuelo en sus mandatos; hay quiénes se dicen sus discípulos, pero como Judas no dudan en traicionarlo; hay quiénes se confiesan simpatizantes suyos, sin embargo, todo queda en el dicho; hay quiénes abiertamente lo niegan, y creen con ello agradar a la razón; hay quiénes, finalmente, maldicen su historia y el rumbo que trazó con sus obras y mensaje...
Y estamos recordando su venida... y estamos preparando su retorno...
Y es que creemos, por fe, que vino; pero anhelamos, con esperanza, que volverá. También hoy deseamos que venga, y que la alegría de su nacimiento consuele nuestra impaciencia...
Un niño nos ha nacido... pequeñito... un hijo se nos ha dado... poderoso...
¡Ven, Señor, ven a salvarnos! Amén
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