La fe lleva consigo un cambio de vida


La vida del adulto tiene sus propias limitaciones, muchas de sus ideas se han endurecido, algunos de sus criterios y terquedades llegan a ser una dificultad para la conversión y seguimiento de Jesús. Algunos se preguntarán: la conversión ¿ya para qué? ¿Será posible desaprender lo aprendido? Además, en muchos, el sentido de pecado se ha debilitado, numerosas faltas graves del adulto las han ido justificando por sus vanos razonamientos, pues al no tener a Dios todo lo ha relativizado. Y, ¿cómo invitar a la conversión a quién no tiene fe?

 
La catequesis suscita fe, por tanto, la tarea de la catequesis con adultos es dar a conocer a Jesucristo el Señor para que la persona lo conozca, lo ame y puedan decir ¡Si Señor, creo! y se convierta a Él.  La fe lleva consigo un cambio de vida, una transformación profunda de la mente y del corazón, haciendo que el creyente rechace el pecado y viva “una nueva manera de ser, de vivir, de vivir juntos, que inaugura el Evangelio” (EN 23). 

Esto implica un convencimiento de que la fe y la conversión son una realidad posible porque el Espíritu puede cambiar nuestros corazones. Realidad difícil, pues nadie cree y se convierte para siempre, porque o bien queda algo en nuestra persona que no quedó transformado o el ambiente es tal que nos dejamos influir. Realidad personal, ante Jesús cada quien responde personalmente. Finalmente es una vivencia comunitaria como condición para la perseverancia.  

“Creer y convertirse” requiere de una decisión para dejar pensamientos o criterios de “este mundo” y optar por criterios evangélicos que le den una nueva orientación a su vida ya adulta; no es fácil pero tampoco imposible, es un proceso, largo y penoso, y no es válida la frase “ya soy así y no voy a cambiar nunca” pues todos tenemos todas las posibilidades de conversión a cualquier edad con la ayuda de la gracia divina. El acompañamiento en este proceso es fundamental, y la invitación a la renovación interior, a la oración y a frecuentar los sacramentos, será repetida, pues la fe y la conversión llevan un proceso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario