"La Pandilla del Altar"
Retiro Kerigmático para personas sordas
“Dios no manda cosas imposibles, sino que al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas”
(San Agustín)
Los sordos al encuentro con Cristo
Con el fin de fomentar en cada hermano sordo una consciencia personal de discípulo y misionero de Jesucristo, los días 14 y 15 de abril de 2012, se llevó a cabo un Retiro Kerigmático para Personas Sordas, como parte de la atención pastoral que ofrece el Departamento de Catequesis Especial del SEDEC a las personas con discapacidad. La conducción del retiro estuvo a cargo del grupo de jóvenes de la Escuela de Evangelización San Andrés.
El retiro fue una experiencia increíble, que bien valió la pena el esfuerzo de parte de todos los servidores por prepararlo con anticipación. Todo lo que se programó, salió mejor de lo que se esperaba, pues en algún momento nos surgió la duda de que si los sordos comprenderían los temas y dinámicas del retiro. Gracias a Dios que nos iluminó, a los ajustes razonables y al apoyo del servicio de interpretación, los sordos comprendieron los temas y las dinámicas, de tal manera que favoreció para que ellos estuvieran atentos y participativos
Buscamos que las personas sordas tengan procesos integrales y permanentes de Evangelización, que los lleven a un encuentro vivo con Cristo resucitado, para propiciar una conversión personal y ser transformados en discípulos y misioneros y así dar testimonio entusiasta y alegre y, como Iglesia, sean un ejemplo de vida, con la fuerza del evangelio y la asistencia del Espíritu Santo.
Para llevarlo a cabo se contó con un equipo de servidores, quienes estuvieron monitoreando el caminar de las personas sordas durante los dos días del retiro. El programa fue sencillo; con una bienvenida, temas de reflexión, experiencias de vida y una celebración eucarística.
Desde el inicio del retiro se cuidó cada uno de los detalles, desde la bienvenida hasta su clausura y se procuró darles un servicio y un lugar digno para estar en comunión, para que los cimientos de su vida cristiana se fortalecieran.
¡Jesús toca el corazón de los sordos!
El primer paso, para la evangelización del sordo, fue la invitación al retiro kerigmático. Un retiro en el que se vivió la armonía y la transformación en una conversión inicial y gradual con frutos a la vista de todos los participantes. Es aquí en donde entra en acción el Espíritu Santo: la fe del sordo brotó y se dio el inicio del anuncio para lograr su conversión.
Ellos vivieron un proceso evangelizador, dieron testimonio con su comportamiento, el cual a partir de esta experiencia ya no era el mismo, porque reconocieron que ahora es Cristo quien está llevando las riendas de su vida, y que el amor de Dios dobló sus rodillas. Fueron tocados por el amor de Dios, y despertaron del letargo en el que estaban viviendo.
Ahora, han conocido la verdadera felicidad, valoran la vida nueva que Jesús les ofrece. Se han motivado para integrarse de modo más pleno a la vida de la Iglesia, desean seguir acudiendo a formarse como creyentes, que se relacionan con los demás como verdaderos hermanos en la fe.
Agradecemos a los sacerdotes que son usuarios de la Lengua de Señas Mexicana y que nos acompañaron, en especial al Padre Rogaciano, que vino desde Querétaro, reconocemos lo valioso que fue la administración del Sacramento de la Reconciliación, un abrazo a los padres Ricardo Roqueñí y Rafael Del Toro.
Con gusto invitamos a muchos más hermanos sordos a tener un encuentro personal, de cara a cara, de ojos abiertos y de corazón palpitante, con Cristo Jesús.
Muchas gracias a todos los que colaboraron e invitamos a quienes deseen apoyar como servidores en los próximos retiros a sumarse a este esfuerzo del SEDEC.
¡Hasta pronto!
Departamento de Catequesis Especial del SEDEC de Guadalajara
¡Yo no soy rico! (cuento)
Aquel padre, sintió la "responsabilidad" de mostrarle "el mundo de los pobres", para provocar en su hijo más gratitud, así que lo llevó durante toda una jornada a "convivir" con la familia de su jardinero.
La familia vivía al pie de un cerro lejano. Al término de la jornada, y estando ya en su casa, el padre preguntó a su hijo:
- ¿Cómo te fue en tu día, hijo?
- ¡Muy bien, papá!
- ¿Viste lo pobre que puede ser la gente?
- ¡Ay, papá! Sí...
- Y, ¿qué aprendiste hoy?
Aquel padre pensaba escuchar de su hijo una lastimosa "queja"... pero lo que oyó de él lo dejó más que sorprendido:
- Vi que nosotros tenemos un perro... ¡Pero aquella familia tenía cinco! Nosotros tenemos una hermosa piscina a la mitad de nuestro jardín... ¡Pero ellos tienen un arroyo cristalino e inmenso! Nosotros tenemos lámparas importadas que alumbran nuestro patio... ¡Pero ellos tienen un cielo estrellado y rutilante! Nosotros tenemos una casa muy grande, pero llega hasta la barda que la protege... En cambio, ¡Ellos tienen un patio que da hasta más allá de los montes! Nosotros tenemos mucho dinero, porque tú y mamá trabajan todo el día... Sin embargo, ¡Ellos tienen tiempo para convivir con su familia y viven muy felices! Ahora comprendo, papá, que yo no soy rico... ¡Gracias, por enseñarme cuán pobre soy y por mostrarme cuán rico puedo llegar a ser!
No cabe duda: Hay ricos tan pobres... que lo único que tienen es su dinero...